dimanche 3 avril 2016

74- Agroecología -1- El concepto

AGROECOLOGIA – EL CONCEPTO

Hace bastante tiempo que quiero escribir sobre este tema, pero resulta ser más difícil de lo que parece, ya que es más un concepto que un método.

A modo de prueba, un texto reciente, publicado en 2013 por el ministerio francés de agricultura, una suerte de texto fundador, aunque le palabra y la idea son mucho más antiguos (1928 para la palabra, una fecha más dudosa para la idea, pero que puede ser situada en los años 70 para su interpretación actual). La falta de precisión en el concepto aparece claramente en el título de este texto: “Agroecología: definiciones variadas con principios comunes” http://agriculture.gouv.fr/IMG/pdf/Analyse_CEP_59_Agroecologie_definitions_variees_principes_communs_cle051634.pdf

No existe, en mi conocimiento, ningún protocolo, ningún reglamento de agroecología, que le permita a un profesional como yo, de ponerlo en prácticas siguiendo un marco exacto.
En pocas palabras, el concepto intento asociar la agronomía y la ecología, para una agricultura más integrada en la sociedad, tanto en el ámbito productivo como en el ámbito medioambiental, y por supuesto en su dimensión socio-económica y cultural.

Muy bonito todo esto pero ¿Qué quiere decir?

Concebir la agricultura en un entorno respetuoso es el fundamento de la agroecología. En este caso, los frutales están aislados del río por una franja vegetal semi-silvestre, con un mantenimiento reducido al máximo, para dejar implantarse una biodiversidad alta. En primer plano, una zona sin cultivo, el muro que defiende el resto de la finca de las inundaciones, esta dejado con una biodiversidad importante. Los frutales se riegan por goteo para ahorrar agua y fertilizantes, y aumentar su eficiencia. Se mantiene una cubierta vegetal en más del 50% de la superficie agrícola, para ayudar a desarrollar la vida del suelo, y su fertilidad natural. Los restos de poda siempre se trituran y se dejan en el suelo para aumentar el nivel de materia orgánica del suelo. Son algunas de las pequeñas acciones que se pueden implementar en una finca para reducir el impacto negativo de la producción agrícola.


En realidad, ha sido leyendo recientemente una entrevista (en francés) con François Houllier, el actual Presidente Director General del INRA (Instituto Nacional francés de Investigación Agronómica), y publicado por la revista Le Nouvel Economiste, que encontré la materia la más clara sobre el tema. http://www.lenouveleconomiste.fr/francois-houllier-inra-en-produisant-autrement-lagroecologie-redonne-des-marges-de-manoeuvre-a-lagriculture-29879/

Leyendo el artículo, tome conciencia, tanto de la amplitud del asunto, de su importancia y de su complejidad.
Según los países y las necesidades locales, la denominación puede ser distinta como por ejemplo AEI (Agricultura Ecológicamente Intensiva), tal vez más clara, pero menos llamativa. Pero en realidad, hablamos, en el fondo, de lo mismo.
Es probablemente una gran revolución agrícola que está en marcha, susceptible de cambiar la agricultura, de mejorar el medioambiente, de dar una sostenibilidad a la producción de alimentos, pero también de modificar los paisajes rurales, y, esperemos, de suavizar la relación de amor-odio entre las sociedades industrializadas y su agricultura.
Notaras que la mayoría de las referencias son francesas. Es simplemente porque es, en mi conocimiento, el único país donde este concepto ha sido integrado en los objetivos políticos en el ámbito nacional, con decisiones gubernamentales, y textos de ley para su puesta en acción. Por consecuencia, también es el país donde, a la vez se reflexiona y se escribe más sobre este tema.
Algunos países han tomado decisiones nacionales sobre una evolución hacia la agricultura ecológica, pero ningún otro, al día de hoy, hacia la agroecología, que es a la vez más incluyente, más ambiciosa, y probablemente más realista, si integramos a la reflexión todos los criterios y todas las consecuencias del reto.
De este punto de vista, Francia se eleva a país precursor.

El concepto afecta a varios ejes, todos en relación los unos con los otros, todos complejos.
Podemos hablar por ejemplo del suelo, del agua, de la biodiversidad, de la protección fitosanitaria. Eso implica problemáticas como la formación, le investigación, le evolución tecnológica, la información, la comunicación.
No excluye a priori nada, ahí se acepta la química por ejemplo, pero con la condición de hacer buen uso de ella. Los métodos y técnica entran en consideración, tanto por su necesidad y su eficacia, como por sus efectos segundarios indeseables.
De este modo, se pueden aceptar todos los protocolos de producción que integran buenas prácticas agrícolas, es decir la integración de todos los criterios disponibles en la toma de decisiones, así como los efectos segundarios de las intervenciones. Hablamos pues de agricultura ecológica y biodinámica, de permacultura, pero también de producción integrada que acepta el uso racional de la química.

Existe un problema básico para la implementación de la agroecología, la diversidad de los agricultores, de su nivel de formación, de sus convicciones personales, de su motivación, de sus ganas, de su entorno socio-económico-cultural. Total, para la implementación de un proyecto tan ambicioso, el factor humano será una condición básica a tener muy en cuenta.
Por otra parte, se intenta considera la finca como un elemento de un conjunto local. Una finca de 50 hectáreas en agroecología en medio de miles de hectáreas de cultivos industriales, no tendrá el mismo impacto que un movimiento a nivel de toda un área.

Este tema es de enorme relevancia, y es probable que muchos agricultores no se dan cuenta.
No estoy nada de acuerdo con muchas de las acciones del actual gobierno francés, pero tengo que reconocer que sobre este punto concreto, creo que tiene razón. Es evidente que dará lugar a más reglamentación, más limitaciones, más restricciones. Como agricultor, no me puedo alegrar, pero creo que es el momento de hacerlo.

La agroecología es una agricultura respetuosa con el medioambiente, economicamente eficiente, y portadora de desarrollo humano.


El mundo se encuentra actualmente en un cruce de caminos. Las evoluciones del clima son preocupantes. Las necesidades de alimentos son gigantescas. Las repercusiones de la actividad humana son enormes. La repartición de las riquezas y de los recursos es aberrante.
A lo largo de los dos últimos siglos, hemos aprendido a producir mucho, hemos aprendido la agronomía, hemos aprendido a defender nuestros cultivos, hemos descubierto la fisiología, hemos puesto en marcha un gran número de técnicas, de tecnologías, que siempre han sido motivadas por el progreso, por el rendimiento, por la necesidad de responder a la evolución social, al aumento de la población.
Pero con el tiempo, la mayoría de esas técnicas y de esas tecnologías se han revelado problemáticas en determinados aspectos.
Esos problemas, en general medioambientales en lo que a agricultura se refiere, han motivado, a su vez, el desarrollo de ideologías intentando evitarlos, a menudo sin fundamento técnico o científico, pero no siempre.

Sin embargo esos movimientos, ecologistas y medioambientalistas no se han quedado con los brazos cruzados, criticando sin buscar soluciones, al revés. Ya he comentado el tema, y reconozco el valor del trabajo hecho.
Me opongo, eso sí, al dogma que les guía, y a la comunicación mentirosa y destructiva que se ha convertido en su especialidad y su firma. Se puede encontrar una prueba clara, si hace falta una, en una reciente encuesta, que demuestra que más de la mitad de los franceses piensan que la agricultura ecológica no emplea plaguicidas. En un país en el que la preocupación por la salud y el medioambiente es tan importante, ¿cómo se puede llegar a tal nivel de ignorancia, si no es gracias a una desinformación organizada? http://alerte-environnement.fr/2016/03/23/un-francais-sur-deux-ignore-que-lagriculture-biologique-utilise-des-pesticides/

François Houllier utiliza una pequeña frase de primera importancia en referencia a la producción ecológica: “El reto no es de alimentar a una minoría de la población a partir de un sistema virtuoso pero limitado, pero de aceptar el desafío alimentario mundial con una reducción de los insumos esperada por la sociedad.”
La producción integrada se ha convertido en el primer método productivo en el mundo en 2 o 3 décadas, simplemente porque respondía a las expectativas de los agricultores. La agricultura ecológica, mucho más antigua, se ha mantenido en la marginalidad, principalmente por su falta de realismo.
El paso siguiente consiste en hacer compatibles las necesidades de los agricultores con las expectativas de la sociedad, en una visión global del porvenir de la agricultura en su entorno.
La agroecología es susceptible de traer las respuestas necesarias.




Es urgente poner en relación todos esos conocimientos y todos esos progresos técnicos, tecnológicos, químicos, biotecnológicos, ecológicos, biológicos, medioambientales, para inventar una auténtica revolución agrícola.
Es una revolución suave, silenciosa, pero que tendrá profundas repercusiones sobre el mundo.
Y espero, pero no estoy en absoluto seguro, que esta revolución sabrá hacerse sin dogmatismo, gracias a la simple y verdadera preocupación por el bien común.

Había pensado primero hacer de este tema un capítulo más de mi serie sobre los métodos de producción. Al final, dada su amplitud y su relevancia, voy a crear una serie específica.
Mi problema es de encontrar las informaciones necesarias, un protocolo, un marco de trabajo. Te lo decía al principio de este artículo, en mi conocimiento, todavía no existe. Sin embargo si conoces algo concreto, me interesa.

Pues voy a proponerte, mediante esta serie, probablemente larga, una suerte de pequeño tratado de agroecología, ni técnico ni científico, no tengo ni las competencias, ni los conocimientos necesarios, y menos aún la pretensión de ser un buen conocedor del tema.
Prefiero escribir mis reflexiones, mis descubrimientos (para la escritura de los artículos), y mis observaciones personales sobre el tema, desde mi punto de vista de productor de frutas, con una entrega por temas.
Es evidente que algunos temas serán relacionados con series ya existentes. La clasificación se hará por las palabras clave.

Hablaremos, siempre con un enfoque hacia la agroecología, de problemáticas tales como se presentan al agricultor, la gestión de los suelos, del agua, la protección fitosanitaria, las evoluciones del material vegetal, las implicaciones sociales, etc.

Un amplísimo tema, que afecta a toda la sociedad, aunque lo principal de su puesta en marcha se encuentra obviamente en manos de los agricultores. Sin embargo, como te lo decía en mi anterior artículo, hablando de biodiversidad y del salvamiento de las abejas, cada uno puede participar, tanto en la ciudad que en el campo, mediante pequeños gestos sencillos y diarios.

Ne te vayas a creer que esta conversión de la agricultura y de la sociedad en su conjunto, sea fácil y rápida.
Es un cuestionamiento profundo, que tendrá que pasar por numerosas pequeñas evoluciones, a veces difíciles, y en todos los ámbitos.
Habrá reticencias y protestas.

Pero vamos, es necesario, y se hará de todas maneras.

Entonces, ¿y si, por una vez, hiciéramos algo grande, algo útil, para el bien común, sin peleas, sin añadirle una inútil y contraproducente dosis de ideología?


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